Ya la noche paso pero todavía estoy en ella
sigo en el lugar de los hechos, sigo en mi piesa
todavía veo esa cara de niña buena
y escucho esos gemidos, suaves y sensuales.
Te veo dormida y fatigada de tanto amor
y te despiertas jadeando pero con mucha emoción
una sonrisa recorre toda tu cara
y la euforia tu cuerpo, nuestros cuerpos.
Este es el producto de una noche de lujuria
en la que los pecados reinaron y nos condenaron
pero no me da miedo porque estoy con tigo
y ningún Dios podrá sacarnos de nuestro paraíso.
Tu cuerpo es el paraíso perdido del que nunca jamas ningún Dios podrá expulsarme(Gioconda belli)
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